¿Sabes qué es la neuroarquitectura?

¿Sabes qué es la neuroarquitectura?

Nuestra vida transcurre principalmente dentro de los edificios (pasamos el 90% de nuestro tiempo en espacios construidos). De un año a esta parte, pasamos más tiempo que nunca en nuestras casas. Por eso, es fundamental que los edicios y los espacios estén pensados para que las personas se sientan cómodas dentro de ellos. Es aquí donde nace la neuroarquitectura.

El coronavirus y tanto tiempo dentro de nuestras casas nos han hecho reflexionar sobre cuán de cómodos vivimos en ellas. ¿Tenemos suficiente espacio para todos? ¿Tenemos áreas diferenciadas para poder trabajar y vivir? ¿Es saludable nuestra casa? ¿Cómo es la calidad del aire que respiramos dentro de ella? Sin duda, el entorno en el que hemos pasado los últimos meses ha sido decisivo a la hora de llevar el encierro con más o menos ánimo. De eso va la neuroarquitectura, de cómo los espacios modifican nuestras emociones, pensamientos o comportamientos.

Las construcciones basadas en la neuroarquitectura están diseñadas midiendo las emociones, con el fin de estimular las emociones positivas y paliar las negativas.

Los diferentes elementos arquitectónicos influyen sobre nuestro estado mental. Por ejemplo, lo ángulos marcados favorecen la aparición de estrés y las plantas rectangulares nos dan menos sensación de encierro que las cuadradas. La altura de los techos favorece las actividades artísticas y creativas si estos son altos, y la concentración para tareas rutinarias si son bajos.

Pero ¿cuáles son los elementos arquitectónicos que más poder tienen sobre nuestras emociones?

  • Iluminación. La luz natural ayuda a la concentración y genera un ambiente más amable. La luz artificial obliga a nuestro cerebro a esforzarse más y eso repercute de manera negativa en la productividad.
  • Colores. El color es, por excelencia, otro de los elementos asociados a la psicología. La publicidad, la fotografía o el diseño gráfico son buena muestra de ello. Pues la arquitectura y el interiorismo no iban a ser menos. Los tonos verdes, azules o amarillos, más relacionados con la naturaleza, reducen el estrés y nos hacen percibir el espacio como más saludable.
  • Espacios verdes. Las viviendas con grandes ventanales que permitan ver zonas verdes favorecen la calma. Junto con la luz natural, los espacios verdes alimentan nuestra productividad.

La neuroarquitectura implica mejorar el descanso o el rendimiento en el trabajo.

Ahora que el teletrabajo se ha convertido en una realidad más allá del covid, merece la pena invertir en una vivienda más espaciosa, con ventanales y zonas exteriores verdes y, sobre todo, mucha luz natural.

Hoy, que se celebra el Día Mundial de la Salud, hacemos especial hincapié en la importancia que tiene valorar otros aspectos más allá del precio a la hora de comprar una vivienda. Pasamos mucho tiempo en nuestras casas y vivir en espacios que favorezcan nuestra salud, tanto física como mental, debería ser prioritario para nosostros.

Si estás buscando un chalet en un entorno natural, pero cerca de Oviedo, puedes visitar nuestras promociones de El Cielo de La Fresneda. Son viviendas con amplios ventanales y acceso a porche y jardín para poder disfrutar de ese reducto verde que tanto bien hace a nuestro cerebro. Además, todas cuentan con un sistema de doble ventilación para garantizar la calidad del aire interior, tanto en los espacios secos como en los espacios húmedos (cocina y baños).

La salud es lo primero, también a la hora de comprar una vivienda.

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