Esta mañana hemos asistido a la jornada ‘La vivienda del futuro’, organizada por el diario El Comercio y la Confederación Asturiana de la Construcción-Asprocon en el Club de Regatas de Gijón. El mercado inmobiliario tiene un gran reto por delante: la sostenibilidad. La Unión Europea ha hecho unas recomendaciones para 2030 y la jornada de hoy trataba de analizar cómo llegar a estos estándares ideales de sostenibilidad en el mercado inmobiliario.
Durante el acto se ha celebrado una mesa redonda muy interesante, moderada por Cristina Tuero y formada por María Calvo Carvajal, presidenta del Grupo de Promotores de CAC-Asprocon; Arturo Estévez Suárez, presidente del Grupo de Industria y Servicios de CAC-Asprocon, e Ignacio Ruiz Latierro, de la Dirección General de Vivienda de la Consejería de Ordenación del territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos. En la mesa se ha debatido sobre la vivienda del futuro y estas son algunos de los apuntes que se han hecho:
- Accesibilidad y sostenibilidad. De hecho, es aquí donde está el gran reto. El futuro de la vivienda pasa por la construcción de casas accesibles arquitectónicamente hablando, sostenibles si hablamos de medioambiente, pero también asequibles en cuanto al precio y la financiación.
- La flexibilidad también será una de las cualidades hacia la que las viviendas tenderán. Las unidades familiares cambian y las viviendas deberían ser lo suficientemente flexibles como para adaptarse a sus necesidades, y no a la inversa.
- Domótica. Nosotros estamos conectados de manera permanente y queremos que nuestra casa también lo esté. Casas conectadas que podamos controlar a través de sistemas domóticos. Viviendas que ponen al usuario en el centro para ofrecerle la máxima comodidad.
Seguiremos buscando nuestra vivienda en los centros de las ciudades, pero también en las afueras, en zonas verdes en las que podamos disfrutar de una parcela y una vivienda con más espacios exteriores y, también, un lugar para trabajar desde casa.
También se ha hablado de los retos del sector, que no son pocos: financiación cara para promotores y clientes, poca mano de obra especializada, materiales al alza…
Y luego está la incertidumbre respecto a la evolución del precio de la vivienda. La opinión generalizada en la mesa apuntaba a que no bajará a corto plazo, debido al incremento de costes (materiales, financiación y mano de obra). Los participantes han destacado la asimetría que viven las ciudades españolas. Por un lado, ciudades con mucha presión y demanda (Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia,…) y por el otro, la España vaciada donde ni siquiera hay demanda. ¿Dónde está Asturias? En un punto intermedio.
El futuro del sector será la industrialización o no será. Así, el empleo en el sector de la construcción será mucho más atractivo para las nuevas generaciones (incluidas las mujeres) que preferirán trabajar en una fábrica haciendo casas que se ensamblen antes que subidos a un andamio. Otro de los retos del sector en este sentido es ganar prestigio. La construcción antes era sinónimo de especulación y ahora el camino debe ser trabajar para cambiar esa imagen, ganar prestigio y así atraer nuevo talento que quiere formar parte de esta gran familia.
