Todas las edificaciones suponen un impacto sobre el medio ambiente, social y económico. Esos impactos deben reducirse. Esta necesidad es la que ha dado origen a los llamados Sellos Verdes, que no son más que certificaciones realizadas por expertos en base a criterios estandarizados, claros y objetivos. La sostenibilidad ha llegado para quedarse y debe contemplarse en todas las fases y procesos de la construcción de un edificio, aportando distintas soluciones en cada campo para que éste sea sostenible dese una óptica integral.
Hoy vamos a dedicar estas letras a explicar los diferentes tipos de certificaciones que hay vinculadas al compromiso medioambiental en la edificación: LEED, BREEAM, VERDE y WELL.
Certificación LEED
LEED viene de Leadership in Energy and Environmental Design (LEED®). Ha sido desarrollado por el US Green Building Council (USGBC) para fomentar la construcción de edificios eficientes, en términos de energía y recursos que sean saludables para vivir, y evalúa la sostenibilidad de un edificio atendiendo a estas cinco áreas principales:
- Emplazamiento sostenible: ¿Cómo llegan los residentes o trabajadores hasta el edificio? ¿Hay transporte público cerca?
- Protección y eficiencia del agua: ¿Cómo de sostenible es el uso de agua del edificio?
- Eficiencia energética y energías renovables: ¿Es el edificio eficiente energéticamente?
- Conservación de materiales y recursos naturales: ¿Cómo de sostenibles son los materiales utilizados en la construcción del edificio? ¿Cómo se eliminarán los residuos de construcción y demolición?
- Calidad del ambiente interior: ¿Qué sistemas de ventilación interior se usan?
Todo, desde los materiales que se eligen hasta la forma en que se manejan los desechos, se suma a un sistema de puntos en base al que se obtiene la certificación. Cuantos más puntos se sumen, mayor será la sostenibilidad del edificio.
Los niveles de certificación se clasifican en Certificado (40-49 puntos), Plata (50-59 puntos), Oro (60-79 puntos) y Platino (+ 80 puntos).
Hoy en día, LEED es la certificación más extendida.
Certificación BREEAM
También conocida como “Building Research Establishment’s Environmental Assessment Method”.
Valora las edificaciones sostenibles y las evalúa en base a 10 categorías. Cada una de ellas está compuesta por un determinado número de requisitos. A saber:
- GESTIÓN. Buenas prácticas de puesta en marcha, políticas aplicadas a la gestión de la construcción, manuales de funcionamiento, sistema de Gestión Ambiental en la construcción.
- SALUD Y BIENESTAR. Confort térmico, iluminación natural y artificial, calidad del aire, acústica, etc
- ENERGÍA. Emisiones de CO2, iluminación e instalaciones eficientes, monitorización de la energía consumida, etc.
- TRANSPORTE. Ubicación/localización de la parcela, modos alternativos de transporte, acceso al transporte público, cercanía a servicios, etc.
- AGUA. Aparatos eficientes para el consumo del agua, monitorización de los consumos de agua, sistemas de detección de fugas, reutilización y reciclaje de aguas, etc.
- MATERIALES. Uso de materiales con un bajo impacto medio ambiental, reutilización de edificios existentes, aprovisionamiento responsable de materiales, etc.
- RESIDUOS. Gestión eficaz y adecuada, fomentar el uso de productos reciclados, premiar el espacio de almacenamiento interno/externo de residuos domésticos reciclables y no reciclables, etc.
- USO DEL SUELO Y ECOLOGÍA. Reutilización de suelos previamente urbanizados/contaminados, protección de elementos de valor ecológico, generación de nuevos hábitats, etc.
- CONTAMINACIÓN. Empleo de refrigerantes con bajo potencial de calentamiento global, instalaciones de calefacción con bajas emisiones de NOx, atenuación de ruidos y contaminación lumínica, etc.
- INNOVACIÓN. Herramienta fundamental para conseguir niveles cada vez más altos de sostenibilidad ambiental.
¿Cómo es el sistema de evaluación?
Para llevar a cabo el proceso de certificación es requisito imprescindible el uso de asesores acreditados por BRE. Para cada sección ambiental, este asesor debe determinar el número de «créditos» otorgados de acuerdo con los criterios de cada tema de evaluación.
A continuación, se calcula el porcentaje de «créditos» obtenidos para cada sección. El porcentaje de «créditos» obtenido en cada sección se multiplica por la ponderación de la sección correspondiente. Esto da la puntuación general de la sección medioambiental.
A continuación, se suman las puntuaciones de las secciones para obtener la puntuación general de BREEAM. Luego, la puntuación general se compara con los niveles de referencia de la calificación BREEAM y, siempre que se hayan cumplido todos los estándares mínimos, se logra la calificación BREEAM correspondiente.
Se puede agregar un 1% adicional a la puntuación final de BREEAM por cada «crédito de innovación» logrado (hasta un máximo del 10%). Los resultados se traducen en una puntuación global del siguiente modo: Aprobado, Bien, Muy Bien, Excelente y Destacado.
Una vivienda certificada con BREEAM® puede ahorrar entre un 20% y un 35% de agua, y reducirá como mínimo un 7% sus emisiones de CO2.
Certificación VERDE
Abreviación de Valoración de Eficiencia de Referencia de Edificios y patrocinada por el comité técnico de “GBCe” Green Building Council de España. Está muy basada en los principios de la Bio-Arquitectura, prestando especial atención a que el confort y calidad de vida de los usuarios no impacte en el medioambiente. Mediante su valoración, se puede conocer qué impacto tendrá ese edificio en el medioambiente y qué medidas es necesario tomar para reducirlo.
Se agrupa en 7 categorías:
- Selección del Sitio
- Proyecto de Emplazamiento y Planificación
- Calidad del Espacio Interior
- Energía y Atmósfera
- Calidad del Servicio
- Recursos Naturales
- Impacto socio económico
Al igual que para la certificación BREEAM, para obtener la certificación VERDE también es necesario contar con un evaluador acreditado. Puedes consultar toda la información más detallada sobre la certificación VERDE en la web del GBCe.
Certificación WELL
El WELL Building Standard es un sistema de puntuación para edificios que mide su impacto en la salud y el bienestar de las personas. Es la primera certificación basada, exclusivamente, en el confort de las personas.
Pasamos aproximadamente un 90% de nuestro tiempo en edificios, así que parece lógico pensar que deben estar orientados a cuidar de nuestra salud y mejorar nuestra productividad, en el caso de los edificios de oficinas.
La certificación WELL mide la salubridad y el confort de los edificios en base a:
- Aire, tan importante en tiempos de pandemia. Se trata de mejorar la calidad del aire a través de diferentes sistemas de filtrado o eliminación/reducción de fuentes contaminantes.
- Agua. Es necesario contar con agua potable de calidad con el que las personas se puedan hidratar correctamente.
- Iluminación, a través del diseño de sistemas de iluminación natural y artificial que mejoren el confort, la lucidez y la calidad del sueño nocturno.
- Movimiento, relacionado con la ergonomía, con espacios para realizar ejercicio físico y, en definitiva, desalentar el sedentarismo.
- Confort térmico, mediante control de la humedad, monitorización continua, sistemas radiantes o controles individualizados.
- Sonido, a través de barreras acústicas, absorción del sonido o sistemas de cancelación de ruido.
- Materiales. Es importante reducir la exposición de las personas a los componentes contaminantes de los materiales.
- Mente. Tan importante como fomentar el ejercicio físico es apoyar la salud emocional.
- Comunidad. Este punto aborda factores fundamentales como el acceso a los servicios de salud o la protección y la promoción de la salud.
¿Cómo es el proceso de certificación?
El primer paso es introducir las características del edificio para obtener una puntuación personalizada. La puntuación máxima será de 110 puntos: 100 puntos de optimizaciones y 10 de innovación.
Una vez obtenida esta puntuación, es necesario registrarse en el portal wellonline y, tras trabajar con el equipo de proyecto para definir el objetivo de la certificación y para implantar las medidas necesarias con ese fin, se envía la documentación para su verificación y posterior certificación.
¿Qué diferencias hay entre las certificaciones?
Aunque pueden parecer muy similares, lo cierto es que existen matices que las diferencian, especialmente si hablamos de la certificación WELL que, claramente, está más orientada a edificios de oficinas o entornos laborales.
También podemos hacer una clara diferenciación entre el ámbito nacional e internacional.
Nacional :
VERDE : Depende del GBC ( Green Building Council) de España, evalúa una vez cumplidas las normativas nacionales y europeas el impacto que tendrá la edificación en el medioambiente y medidas a adoptar para reducirlo.
Internacional :
LEED ( US ) : Depende del GBC ( Green Building Council) y certifica todo el proceso, desde el proyecto hasta el mantenimiento en el tiempo del edificio. Reconocido en todo el mundo.
BREEAM ( UK) : Depende del BRE ( Building Research Establishment ), abarca desde el urbanismo a la edificación nueva y existente. Reconocido en todo el mundo, pero adaptado especialmente a la normativa europea. Tiene sede en España.
WELL ( US) : Depende del GBC ( Green Building Council), evalúa principalmente el impacto en la salud y el bienestar de las personas. Reconocido en todo el mundo.
En cualquier caso, y se escoja la certificación que se escoja, lo que está claro es que lo importante es el fin, no la herramienta. Y, sin duda, el objetivo de descarbonizar los edificios es lo suficientemente importante como para tomar en serio todas las medidas posibles, tanto en el diseño y la construcción de los edificios, en aras de la sostenibilidad.
Sólo tenemos un planeta, ¿no crees que es importante cuidarlo?